LA EPICONDILITIS O CODO DE TENISTA

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Publicado el 07 octubre, 2020


Una de las patologías más comunes en las consultas de fisioterapia es la epicondilitis, también llamada epicondilalgia o codo de tenista. Se estima que el dolor en el epicóndilo lo sufre entre un 1 y un 3% de la población, siendo más común en población de edad media.

 La epicondilitis es una lesión de los tendones epicondíleos que se encuentran en la parte externa del codo. Los músculos y tendones del antebrazo se dañan debido al uso excesivo de los mismos, el uso repetitivo de movimientos que requieran la extensión de la mano es una de las causas más comunes de esta patología. En la actualidad se acepta que el origen de la patología son microtraumatismos repetitivos sobre la unidad musculotendinosa, causando daños degenerativos de los tejidos. 

Aunque hablemos epicondilitis, utilizando la terminación –itis como un proceso inflamatorio, la histología ha demostrado que no se obtienen muchas células inflamatorias. Debido a esto la mayoría de los autores consideran la epicondilitis lateral como una tendinosis (proceso degenerativo sintomático del tendón). Se puede identificar una serie de síntomas muy claros en este caso: 

  • Dolor en la parte externa del codo
  • Incapacidad para realizar algunos movimientos de extensión de la muñeca
  • Dolor a la presión en la zona del epicóndilo
  • Dolor al levantar el brazo o levantar un elemento simple como es un vaso o una botella
  • Puntos gatillo en la musculatura extensora de la muñeca

Esta serie de síntomas dolorosos pueden generar un menor uso del tendón, lo que cambia su estructura, generando una debilidad progresiva y aumento del riesgo de lesiones. Además, la vascularización del tendón, en este caso es deficiente y las contracciones musculares sostenidas pueden provocar isquemia del tendón.  

Antes de hablar sobre el tratamiento de la epicondilalgia (dedicaremos específicamente otro blog a ello), queremos indicar una serie de recomendaciones a seguir en caso de que padezcas este tipo de dolor y te invitamos a ponerte en contacto con nosotros para ayudarte cuanto antes y hacer que el problema desaparezca lo antes posible. Recuerda que retrasar el tratamiento de una patología no ayuda a la recuperación de la misma. 

  • Es importante que reduzcas las actividades que te causan dolor o, en medida de lo posible, disminuir el tiempo e intensidad de la actividad que lo provoque.
  • Si aún así debes realizar esfuerzos, puedes hacer uso de coderas indicadas para epicondilitis, que te ayudarán a evitar la tensión sobre la inserción de los músculos, durante el esfuerzo. 
  • Realiza los ejercicios de estiramiento que te indicó el fisioterapeuta antes y después del esfuerzo.
  • La aplicación de hielo en la zona puede ayudarte a reducir la inflamación. El periodo máximo de aplicación es de 10 a 15 minutos, pudiendo repetir cada 2 o 3 horas.
  • Evita sobrecargas de peso como bolsas de compra, maletas de viaje, etc. 
  • Evita aquellos ejercicios que requieran trabajar con la palma de la mano hacia abajo.

Tome la medicación que su médico le ha recetado y realice el tratamiento fisioterapéutico indicado. Recuerda que ambos tratamientos son complementarios y de esta forma se conseguirá un aumento de la efectividad.

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