LA EPICONDILITIS Y SUS TRATAMIENTOS

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Publicado el 14 octubre, 2020


En otra ocasión hemos hablado sobre el dolor lateral de codo, epicondilitis o codo de tenista, sus causas y sus principales síntomas. El blog de hoy lo dedicaremos a hablar sobre su tratamiento y recordaremos algunos consejos que pueden ayudarte. 

Son varios los tratamientos que se realizan en fisioterapia para mejorar la evolución y solucionar la inflamación y el dolor, a continuación hablaremos de los más utilizados:  

  • Tecarterapia: se trata de una técnica muy potente, donde al aplicar Diatermia capacitiva sobre la musculatura epicondílea conseguimos un efecto de relajación; y al usar la Diatermia Resistiva sobre el tendón directamente, se conseguirá un potente efecto antiinflamatorio y calmante.

  • Técnicas manuales: Se puede realizar todo tipo de técnicas manuales como masoterapia para inhibir la musculatura extensora, técnicas articulares de codo muñeca y hombro, movilización del nervio especialmente el nervio radial, así como estiramientos específicos.

  • Crioterapia: tratamiento que consiste en aplicar frío sobre la musculatura afectada y sobre el tendón con el objetivo de disminuir la inflamación y el dolor. Hay que tener en cuenta que este procedimiento debe realizarse fundamentalmente en los momentos donde el dolor se agudiza.

  • Electroanalgesia: Se puede hacer uso de diversos tipos de corriente para mejorar el dolor del paciente, de forma más (EPI, EPTE) o menos invasiva (TENS, iontoforesis). Gracias, por ejemplo, al uso de las corrientes TENS se consiguen efectos calmantes del dolor muy potentes, además puede mejorarse la circulación local y disminuir la inflamación usando  corrientes de baja frecuencia. 

  • Punción seca: Se trata de una técnica muy efectiva donde se estimulan los puntos gatillo que generan dolor referido en la zona del epicóndilo. Son varios los músculos que pueden provocar dolor en el epicóndilo y que pueden ser tratados con esta y otras técnicas: supinador,  braquiorradial, extensor radial largo del carpo, extensor propio del meñique, tríceps braquial, ancóneo e incluso supraespinoso.

  • Ejercicios: Una de las partes más importantes del tratamiento es la realización de ejercicio por parte del paciente. De esta forma se obtiene una mejora de la flexibilización, aumento de la resistencia y fuerza de la musculatura afectada. De esta forma se logrará una mejora progresiva del tendón y  se evitarán posibles recaídas. 

  • Antiinflamatorios: aunque se trate de un tratamiento pautado por el médico, indicamos como importante seguir con el mismo y no dejarlo al comenzar el tratamiento fisioterapéutico. Es de vital importancia incidir en que se trata de tratamientos complementarios y en conjunto el efecto será más efectivo que por separado.  Si es necesario y después de haber agotado todas las posibilidades que nos ofrece la fisioterapia, el médico puede realizar infiltraciones en la zona. 

Dejamos a continuación una serie de recomendaciones a seguir en caso de que padezcas este tipo de dolor lateral de codo y te invitamos a ponerte en contacto con nosotros para poder ayudarte cuanto antes y hacer que el problema desaparezca lo antes posible. Recuerda que retrasar el tratamiento de una patología no ayuda a la recuperación de la misma. 

  • Es importante que reduzcas las actividades que te causan dolor o, en medida de lo posible, disminuir el tiempo e intensidad de la actividad que lo provoque.
  • Si aún así debes realizar esfuerzos, puedes hacer uso de coderas indicadas para epicondilitis, que te ayudarán a evitar la tensión sobre la inserción de los músculos, durante el esfuerzo. 
  • Realiza los ejercicios de estiramiento que te indicó el fisioterapeuta antes y después del esfuerzo.
  • La aplicación de hielo en la zona puede ayudarte a reducir la inflamación. El periodo máximo de aplicación es de 10 a 15 minutos, pudiendo repetir cada 2 o 3 horas.
  • Evita sobrecargas de peso como bolsas de compra, maletas de viaje, etc. 
  • Evita aquellos ejercicios que requieran trabajar con la palma de la mano hacia abajo.
  • Tome la medicación que su médico le ha recetado y realice el tratamiento fisioterapéutico indicado. Recuerda que ambos tratamientos son complementarios y de esta forma se conseguirá un aumento de la efectividad.

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