Actividad física en el embarazo

Flecha abajo

Publicado el 27 abril, 2021


La situación de embarazo es posiblemente la que mayor cantidad de modificaciones biológicas y psicológicas produce en la mujer. 

 En 280 días el cuerpo de una mujer gestante experimenta una enorme cantidad de cambios, muchos de ellos visibles, más relacionados con la anatomía, y otros no tanto, como los cambios fisiológicos.

Y siendo entonces el embarazo una etapa tan cambiante, es normal que te preguntes, ¿es realmente bueno hacer actividad física con todos estos cambios que está viviendo mi cuerpo? 

Este debate viene de mucho tiempo atrás, de hecho, ya Aristóteles en el S. III a.C. asociaba los partos complicados con mujeres que llevaban una vida sedentaria. 

La respuesta a dicha pregunta nunca ha sido clara y ha ido variando a medida que cambiaban las modas. En los años 20 se recomendaba una actividad física muy suave, centrada en ejercicios respiratorios que ayudaran a reducir el dolor durante el parto. No fue hasta los años 80 en los que hubo un boom del ejercicio físico y la práctica se extendió a las embarazadas. 

Hoy en día podemos tener las cosas un poco más claras ya que existen los suficientes estudios clínicos que demuestran que la práctica de actividad física moderada, con consentimiento médico, durante el embarazo es beneficiosa tanto para la madre como para el feto. 

Se ha demostrado que realizar actividad física de manera moderada durante la gestación repercute de manera positiva en: 

  • La prevención de la preeclampsia (aumento de la tensión arterial con riesgo de daño hepático o renal).
  • La prevención de la diabetes gestacional.
  • El riesgo de ganancia excesiva de peso materno.
  • La estabilización del humor de la madre durante el embarazo.
  • El riesgo de padecer venas varicosas y trombosis venosas.
  • La aparición de episodios de lumbalgia. 

Por tanto, siempre y cuando la madre lleve un embarazo sin riesgos y tenga el permiso médico, la práctica de actividad física de forma moderada está totalmente recomendada. 

Te dejamos una serie de consejos a tener en cuenta a la hora de realizar la actividad física: 

  • Se considera actividad física moderada a aquella que no sobrepasa de los 140-150 latidos por minuto en sesiones de 25-30 minutos 3 veces por semana. 
  • También se aconseja salir a andar durante 30 minutos 5 días a la semana, con pasos cortos y los pies ligeramente separados para ampliar la base de sustentación y evitar caídas, sobre todo en las últimas etapas del embarazo en las que el equilibrio se ve más comprometido por el aumento del tamaño de la barriga.  
  • Aunque no existe evidencia de que el ejercicio de impacto como correr o saltar sea perjudicial para el embarazo, mejor todo ejercicio de bajo impacto como caminar o incluso dentro de piscinas para reducir la presión sobre las articulaciones. 
  • Evitar el uso de mancuernas o máquinas de gimnasio en las que, por accidente, pueda caer el peso sobre el abdomen.
  • El ejercicio con bandas elásticas y las actividades en piscina son las más recomendadas. 
  • Realizar ejercicio de fortalecimiento abdominal previo al embarazo reduce el riesgo de diástasis abdominal. 

Recuerda que en Althea Fisioterapia estamos disponibles para que nos plantees tus dudas y ayudarte.

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